Drácula le teme a los crímenes de odio y a la violencia

En temporada en el Teatro Esvón Gamaliel, Drácula divierte, pero también advierte la realidad.
28 enero, 2020

Convencido de que los artistas tienen un compromiso y deben darle voz a las personas que fueron asesinadas por crímenes de odio, a las desaparecidas, a las víctimas de violencia… Irving García y Oscar Daniel Sotelo adaptaron el texto del dramaturgo Tomás Urtusástegui “Drácula gay” para –por medio del teatro– denunciar lo que sucede en México y hablar un poco de lo que es la cultura muxe.

“Tal vez el día de mañana no llegue yo a esta función, tal vez venía para acá y me secuestraron –incluso aquí arriba– tal vez a alguien no le parezca y me llegue a matar.”

En escena aparece Drácula, impecablemente maquillado y vestido de rojo y negro, en muy poco tiempo el espectador sabe dos cosas: Drácula no tiene colmillos porque se los ha sacado el dentista y Drácula es gay; en ese momento el espectador está comprometido con la diversión hasta que el personaje y sus asistente hacen un brusco rompimiento para hablar de las cifras del informe “Los asesinatos de personas LGBTTT en México: los saldos del sexenio (2013-2018)”, publicado por Letra S, donde se indica que en Veracruz se cometieron, en dicho periodo, al menos 43 asesinatos de odio; en Guerrero 39, en Quintana Roo 33, y en el Estado de México 30. 

Para recuperar el ritmo de la comedia, Irving García, el actor en escena, sólo debe retomar el texto e interactuar con el público; desplantar las posibilidades del lenguaje y sus juegos de palabras, así como recuperar los trazos y las tareas escénicas que le permitirán mostrar un sugerido vestuario de tehuana porque, bien vale la aclaración, la producción no pudo pagar uno real.

El vestuario da entrada a la explicación de la cultura muxe, un término zapoteco usado en la cultura oaxaqueña para denominar al tercer sexo –ni hombre ni mujer– en el Istmo de Tehuantepec. Drácula cuenta en escena que el santo patrono de Juchitán, Vicente Ferrer, llevaba tres bolsas: una con semillas femeninas, una con semillas masculinas y otra donde las dos estaban mezcladas; la tercera bolsa se filtró en Juchitán.

El nuevo rompimiento vuelve a integrar cifras de desaparecidos, muertos, secuestrados y asesinados, según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, de abortos, de corrupción de menores, de aquello que termina con el ser humano. 

Drácula es un divertido texto que, aunque no plantea una historia con todos sus elementos, bajo la dirección de Oscar Daniel G. Sotelo sí reúne la posibilidad de informar, concientizar e, incluso, cuestionar al espectador: un coqueteo al estilo didáctico brechtiano que cumple, desde la escena, el esfuerzo de artista, del ejecutante –dice Irving García en entrevista– de denunciar lo que sucede y de decir “ya no queremos esto”.

Drácula G, de la compañía Cofradía Teatral Toluca

Dónde: Teatro «Esvón Gamaliel» de la UAEMéx; Juárez esquina Gómez Farías.

Cuándo: jueves a sábado a las 19:00 horas; domingos 18:00 horas. En temporada hasta el 1 de marzo.

Cuánto: entrada general $100, académicos y administrativos $80, estudiantes e Inapam $60 y jueves de teatro $30.

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