Se dice que

El lunes 8 de junio quedará marcado con 19 asesinatos, pretender que la sociedad lo asimile como algo normal es muy perverso.
10 junio, 2020

Algo muy grave está sucediendo en el Estado de México y es más mortal que el Covid, pero deliberadamente se guarda silencio en el gobierno: nos hemos convertido en la segunda entidad del país con más asesinatos —sólo detrás de Guanajuato que está en llamas desde hace meses—. Ya hay 75 homicidios dolosos en los primeros 8 días de junio, algo que ni en los peores momentos de esta crisis de seguridad había sucedido. El reporte diario de muertes de la Secretaría de Seguridad del Gobierno Federal es demoledor: el lunes primero hubo 9; el martes 2, 11; el miércoles 3, 7; el jueves 4, 8; el viernes 5, 5; el sábado 6, 5; el domingo 7, 11; el lunes 8, 19. Terrible.

Es entendible que el gobierno esté enfocado en gestionar de la mejor forma posible la crisis sanitaria y económica que trajo la pandemia, pero eso no es justificante para subordinar a segundo término la seguridad pública. Los integrantes de las llamadas “Mesas para la Construcción de la Paz” en la que concurren autoridades de todos los niveles deberían mínimamente alertar a los mexiquenses de la delicada situación por la que atravesamos y explicar a detalle cuál es la estrategia para salir de este atolladero.

El lunes 8 de junio quedará marcado con 19 asesinatos, pretender que la sociedad lo asimile como algo normal es muy perverso. A todos los habitantes del estado debería horrorizarnos, alarmarnos y motivarnos a llamar a rendir cuentas a nuestros gobernantes que no pueden, no han podido, garantizarnos vivir con paz y tranquilidad.

La disputa por el control de territorios entre “La Familia Michoacana” y el “Cartel Jalisco Nueva Generación” en el sur y oriente del estado, así como la operación de “La Unión Tepito” y “El Cartel de Tláhuac”, los municipios conurbados, son los principales factores de generación de violencia y, por lo que se ve, la estrategia para contrarrestarlos no ha tenido éxito.

Las posibilidades de que el próximo año en el Estado de México se presente a competir PRI-PAN-MC-PRD-ML y anexas en un solo frente son remotas, por no decir nulas. Esa estrategia —que en la propaganda suena bien— sería suicida. En una elección de contraste de uno a uno, Morena-AMLO arrasaría. El PRI no va a aceptar. Su diseño es diferente, es de precisión, de aglutinar esfuerzos donde puede ser competitivo. Una alianza en bloque lo desfondaría por completo y lo dejaría sin posibilidadalguna para la gubernatura en 2023.

La gestión que ha encabezado Alfredo del Mazo para salir de la crisis por la pandemia le ha generado buenos dividendos a su aprobación popular. La gente le califica bien ese trabajo y todas las encuestas levantadas recientemente así lo indican. Sí, el desempeño del gobernador ha sido bueno y los ciudadanos lo reconocen.

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