Fue un perrote grandote, con sus colmillotes y sus garrotas, el que mató a un humilde hombre en los bosques de Valle de Bravo. No, no fue un león, ni cualquier otro felino fugado del rancho de algún millonario, ¡qué va! Para resolver esos crímenes, el Fiscal General de Justicia sí es muy eficiente, no requirió pruebas periciales ni de laboratorio, él ya dijo que se dejen de cuentos porque fue un can y esa será la verdad histórica e incuestionable del caso. Vaya ridículo en el que ha dejado al alcalde de Valle de Bravo, Ejército y Guardia Nacional que ya estaban de safari. Es más, el secretario de Educación ya hasta había suspendido clases en 13 escuelas. ¡Dios mío, en manos de quién estamos!
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Antorcha Campesina se ha especializado en joder hasta que consigue lo que quiere. Es el grupo de presión que quiere agarrar de su puerquito al gobernador y poner de cabeza a Toluca cada que se le antoja, sin que nadie les diga ni haga nada. Bueno, pues ahora con el pretexto de que recortaron el presupuesto a su gobierno en Ixtapaluca y de que necesitan se lo reintegre, el próximo miércoles volverán a esta contaminada capital a patearnos a todos el hígado. Prepárense toluqueños, la vamos a pasar mal.
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Será muy interesante y hasta divertido ver las posturas políticas, y escuchar los argumentos de los diputados federales y senadores por el Estado de México respecto al uso lúdico de la marihuana. Esta entidad es el mercado de consumo más grande de México, no hay que olvidarlo. Será muy, pero muy, aleccionador para entender quién es quién.
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Parece ser que la planta de General Motors se convertirá en una de las mayores víctimas del coronavirus en Toluca. La empresa está por determinar si se declara en paro técnico indefinido, pues su principal línea de suministros proviene de China y con la pandemia todo se ha detenido. Sí, los daños económicos por la emergencia sanitaria ya llegan hasta acá. Sería muy bueno que el secretario de Desarrollo Económico explique qué están haciendo.
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El gobierno de Juan Rodolfo terminará muy mal, igual o peor que en su anterior gestión, cuando fue echado por la fuerza de los votos de los ciudadanos que lo reprobaron. Las historias que se cuentan sobre los excesos de él y su gente dejan perplejo hasta al más templado. Se embriagaron de poder y se volvieron locos. El municipio está en las peores manos que pudo quedar, es una calamidad que se sostiene a fuerza de maniobras propagandísticas frente a la ausencia de sustancia.
