El Bloque Negro, respuesta violenta contra la violencia del sistema

se ejerce contra edificios, propiedades multinacionales y bienes de la clase alta.
12 septiembre, 2020

foto: redes.

Como respuesta a la violencia, la violencia, pero no usada contra las personas sino contra bienes materiales de valor simbólico y estratégico. Los “bloques negros” son agrupaciones casuales que en las movilizaciones destruyen símbolos de lo que consideran un sistema autoritario. 

Se trata de la destrucción de los símbolos de un sistema autoritario y se ejerce contra edificios, propiedades multinacionales y bienes de la clase alta.

Según la publicación “El oscuro origen del Bloque Negro”, de El País, el origen de este movimiento relacionado con el anarquismo surge en Estados Unidos de América en 1991, “a raíz de la guerra del Golfo. Se inspiraron en Los Autónomos, unos grupos radicales alemanes de los ochenta conocidos por sus batallas callejeras contra la policía. De hecho, fue la policía alemana la que los bautizó como Bloque Negro”.

Existe un manual que integra tácticas de resistencia y enfrentamiento con la policía antidisturbios, además, muestra desde cuál es el equipamiento básico para participar en un de enfrentamientos con la policía hasta cómo rehuir “un enfrentamiento frontal con los agentes”.

En México existe una página de Facebook denominada “Bloque Negro México”, con 43,153 seguidores y cuya información señala: “Solo el desbaratamiento del status quo podría afectar las decisiones que toma el gobierno ya que sus intereses se verían afectados. Ellos solo reaccionan cuando se dan cuenta de que si no le hacen caso al pueblo, las demandas crecerán y podrían perder aún más dinero y poder que si comienzan a decretar reformas”. 

Se añade: “el conflicto violento contra el estado es inevitable si se desea abolirlo. La clave esta en minimizar los posibles errores y aumentar las tácticas que funcionan y son apoyadas por las clases populares. YO OCULTO MI CARA, TU, LA REALIDAD!”

En la última publicación de esta página de Facebook, del 9 de septiembre,  se integra un texto denominado:Francisco I. Madero es un traidor a la causa de la libertad” y se tribuye la autoría a Ricardo Flores Magón, dice:

“¿Qué quiere Madero? Quiere lo que ha querido siempre: ser presidente de la República, esto es, estar en condiciones de poder aumentar más todavía su enorme capital, pues ese individuo es millonario. Para conseguir ese propósito, Madero ha recurrido a toda clase de malas artes: el engaño, la adulación a las masas, la intriga, la hipocresía y, por fin, el crimen, porque crimen es tomar la parte del tirano para desarmar y aprisionar a los defensores de la libertad. Madero es un miserable delator de los revolucionarios que luchan por los principios.

El texto se acompaña de la imagen de Madero intervenida durante la ocupación que mujeres hicieron al edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos: el Madero que fue pintado de los labios, los ojos y al que escribieron en la frente ACAB (del inglés All Cops Are Bastards), siglas que tendrían sus orígenes en la década de 1920.

La violencia ejercida contra edificios, paredes, mesas, pinturas, y todo símbolo del sistema autoritario y representa una amalgama de distintos grupos anarquistas y anticapitalistas que concluyen: “la lucha violenta es perfectamente legítima si se presenta la ocasión de utilizarla para acabar con el sistema social establecido que ampara el neoliberalismo”.

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