A 15 minutos de la oficina del gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo, ubicada en el centro histórico de Toluca, se sitúa San Mateo Atenco, un municipio que, año con año, es afectado por las lluvias. Hasta el momento, ninguna autoridad ha sabido solucionar el problema que perjudica especialmente a quienes viven en los barrios de la cabecera de esta alcaldía.
La familia Romero Vargas es una de las que, por más de 45 años, ha padecido las lluvias que anegan la cabecera municipal de San Mateo Atenco. El único apoyo que el Ayuntamiento ha dado a los Romero Vargas es un par de botas de plástico que usan para sacar el agua que se encharca dentro de su vivienda.
De acuerdo con información del municipio, las inundaciones se registran cada año durante la temporada de lluvias que va de junio a septiembre, lapso en el que el agua alcanza niveles de 40 a 60 cm de altura. Sus consecuencias: daños en las viviendas, pérdidas económicas y patrimoniales.
¿Pero por qué una lluvia basta para inundar San Mateo Atenco? Porque la zona en la que se asienta el municipio es de origen pluvial, ya que toda el agua que se registra en los demás municipios desemboca en arroyos y ciénagas del río Lerma.
A esto se suman el crecimiento poblacional de la zona, así como la transformación del municipio y la mala planeación urbana, además la gran cantidad de desechos sólidos que personal de la Comisión de Agua del Estado de México (Caem) retira de ahí.
Las consecuencias las padecen personas como Fidel, padre de familia de los Romero, quien dice estar agotado, molesto y cansado de lidiar cada año con las lluvias que han mermado su patrimonio, como muebles, camas, autos y hasta animales domésticos que le generaban un ingreso extra.
En varias ocasiones, los Romero han quedado atrapados en su casa en medio del mal olor permanente que despiden los ríos y canales
Las inundaciones también dificultan la realización de sus actividades cotidianas: en varias ocasiones, los Romero han quedado atrapados en su casa en medio del mal olor permanente que despiden los ríos y canales, los cuales son receptores de aguas negras y otros contaminantes que también representa un riesgo para la salud de su familia.
Hasta el momento, la población afectada reconoce las acciones del gobierno municipal en torno a las inundaciones de emergencia, sin embargo dan cuenta de que solo durante las campañas electorales anuncian estrategias para resolver el problema, pero hasta ahora las autoridades no han cumplido con alguna gestión de obra en concreto para resolver la problemática de las inundaciones.