Como desde hace casi dos meses, durante la primeras horas de la mañana la mayoría de las iglesias que se ubican en Toluca se alistan con las medidas sanitarias para recibir a los feligreses, quienes acuden a los templos solos o acompañados por su familia para pedir por su salud o agradecerla en los tiempos pandémicos que se viven.
El aforo que se permitió para que las iglesias abrieran durante semáforo naranja es de 30 por ciento, es decir que a estos espacios religiosos pueden ingresar cerca 120 personas, dependiendo del recinto.
Foto: Jesús Mejía 
México no fue inmune a la pandemia. Foto: Jesús Mejía 
Los más vulnerables son los que más recurren a Dios. Foto: Jesús Mejía 
Los templos católicos no se salvaron de las medidas sanitarias. Foto: Jesús Mejía 
Foto: Jesús Mejía 
Foto: Jesús Mejía 
Foto: Jesús Mejía
Quien recibe a las y los creyentes en la entrada es personal de la sacristía que toma la temperatura y ofrece gel antibacterial. Ya dentro de los templos, en la mayoría de las iglesias una banca se ocupa, pero la siguiente no, esto con el fin de respetar la sana distancia de 1.5 metros de acuerdo a las medidas sanitarias establecidas.
Por ahora las celebraciones eucarísticas duran menos que antes de la pandemia; la eucaristía de da en mano de cada persona que comulga para evitar el contacto físico y, finalmente, se da la bendición a los asistentes.
Dentro de la nueva normalidad, en algunos templos se optó por implementar tecnología y, desde meses atrás, realizan transmisiones en vivo que son compartidas en las plataformas digitales de cada iglesia y así llegar a más personas, sobretodo a las que que por pertenecer a población de riesgo, deben mantenerse resguardadas en casa.
