Foto: redes
El ambientalista tlahuica originario de la comunidad de San Juan Atzingo, Estado de México, Ildefonso Zamora, falleció la madrugada de este lunes, anunció su hijo, Misael, vía redes sociales:
Sembrar es cuidar
Ildefonso realizaba , desde hace casi 20 años, una lucha pacífica contra los taladores clandestinos de los bosques de San Juan Atzingo; se desempeñó como comisariado de Bienes Comunales e impulsó el reconocimiento de las tierras de San Juan.
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Hacia 1998, los taladores clandestinos habían arrasado con más de 38 mil hectáreas de árboles del Gran Bosque, señala Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro Prodh). Para detenerlos, los comuneros de San Juan Atzingo presentaron una denuncia, pero la intervención de las autoridades fue nula.
El tiempo pasó, la tala ilícita aumentó y las autoridades permanecían ausentes, sin embargo, la comunidad sí intervino. Ildefonso también decidió participar en la protección del bosque mediante la reforestación de las zonas que estaban dañadas; dos de sus hijos, Aldo y Misael, también lo acompañaron.
En 2004, sus hijos: Aldo y Misael se integran como voluntarios de Greenpeace, el primero documentó con fotografías y videos a los taladores ilegales.
“Haber logrado el reconocimiento de tierras comunales de San Juan Atzingo y combatir la tala ilegal me ha costado muy caro, pero no estoy acabado, porque lo que ya realicé quedó en los libros de la historia, son y serán huellas imborrables. Sigo firme y con dignidad”. / Ildefonso Zamora en prisión
En 2005 –año en el que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) decidió atender la tala ilegal–, Aldo Zamora comenzó a documentar la tala clandestina e Ildefonso, su padre, comenzó a recibir amenazas: “si no le bajas, te vamos a dar donde más te duele”.
Dos años después, Ildefonso interpuso una denuncia por tala ilegal; también en 2007, las amenazas se cumplieron: Aldo y Misael fueron emboscados en una carretera por taladores clandestinos. Aldo murió a causa de impactos de bala y Misael resultó herido.
Por desgracia, solo después de este atentado las autoridades voltearon a ver las demandas de la comunidad tlahuica y el Gobierno Federal otorgó a Ildefonso el Premio al Mérito Ecológico y el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, se comprometió a ejercer justicia por el asesinato de Aldo. Hasta la fecha, solo dos de los cuatro agresores se encuentran detenidos.
La defensa y cuidado del Gran Bosque de Agua fueron acciones que Ildefonso y su familia siguió realizando, pero en 2015 el defensor y su familia se enfrentaron, primero, al secuestro de Misael perpetrado por militares y, posteriormente, al encarcelamiento de Ildefonso.
Fue en noviembre de 2015 cuando policías ministeriales detuvieron a Ildefonso, que estaba presuntamente acusado de robo con violencia. Privado de su libertad en el penal de Tenancingo , Ildefonso Zamora enfrentó un proceso con diversas irregularidades, por lo que Amnistía Internacional lo nombró “preso de conciencia”.
Tras haber pasado nueve meses en prisión y a través de la defensa del Centro Prodh, un Juez Federal ordenó la libertad de Ildefonso porque no había pruebas en su contra.
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La lucha de Zamora ha sido apoyada por Greenpeace y el apoyo legal ha sido brindado por el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, sin embargo ni el tema de la deforestación ni la justicia por la muerte de su hijo se han resuelto.