Foto: Jesús Mejía
Ineficiente, sucio, descuidado, contaminante son algunas características con las que habitantes del valle de Toluca califican el transporte público. Por las condiciones en las que se encuentra, los usuarios consideran injusto pagar la nueva tarifa de 12 pesos; sin embargo, a pesar de la inconformidad, ceden ante el alza y abordan las unidades, luego de realizar el pago correspondiente.
Fue el 19 de diciembre cuando la Secretaría de Movilidad (Semov) autorizó un aumento de 20 por ciento al precio del transporte público en todo el Estado de México en las modalidades de colectivo y mixto. Este ajuste tarifario «permitirá garantizar la viabilidad de la prestación del servicio, en condiciones de seguridad, eficiencia, modernidad, calidad y sustentabilidad».
Para entender mejor: Suben tarifas de transporte
de 10 a 12 pesos en todo Edomex
Pero la experiencia de los usuarios contrasta con los ofrecimientos hechos por la Semov y por los empresarios transportistas quienes, en marzo de 2019, ya habían contemplado un aumento de cuatro pesos en el pasaje: «cuando no van echando carreras, se quedan haciendo base en un lugar y a uno se le hace tarde», comenta Natalia Salinas, que recibe una pensión de dos mil 600 pesos mensuales, de los cuales destina 240 pesos semanales al transporte público.
Para Natalia, así como para el 76 por ciento de los mexiquenses, el transporte público es la única alternativa para moverse; el 30 por ciento de quienes viajan en transporte público no tiene ingresos fijos -como los estudiantes- y el 40 por ciento restante se encuentra en situación de vulnerabilidad económica.
[ngg src=»galleries» ids=»32″ display=»basic_slideshow»]«El alza a las tarifas va a afectar al grueso de las familias mexiquenses», expresó el activista Dante Álvarez al respecto: con la actual tarifa de $12.00, una familia de cuatro personas -en la que cada integrante realice dos viajes diarios- tendrá que pagar, día con día, 96 pesos, lo cual equivale al 77.9 por ciento del salario mínimo establecido para este año ($123.22).
Al rehacer las cuentas, Areli Gil dice que, a partir de esta semana, tuvo que apartar casi 200 pesos de lo que recibe de salario para cubrir los 14 pasajes que paga a la semana, «lo cual me parece injusto porque no renuevan las unidades; luego que cuando se encuentran los choferes, se dicen de groserías y empiezan a echar carreritas».
En la zona metropolitana del valle de Toluca, son los estudiantes (69%) y trabajadores (71%) quienes más usan el transporte público. Una encuesta realizada por el Centro Mario Molina reveló que las personas que laboran destinan más de 800 pesos mensuales para pagar sus traslados que, en condiciones ideales, demoran 40 minutos del punto de salida hacia el destino final.
Con el aumento, explicó la Semov a través de un comunicado, se continuará con el proceso de regularización, renovación de unidades, colocación de cámaras de videovigilancia, botones de pánico y GPS; estos fueron los ofrecimientos que desde marzo del año pasado realizaron los empresarios transportistas para justificar el incremento que demandaban.
Después de casi un año el alza se cumplió, no así las mejoras prometidas al transporte público: el 65 por ciento de los usuarios está insatisfecho con el servicio, sobre todo por el deterioro de las unidades a las que, en ocasiones, les faltan asientos, están viejas o son poco amables con personas de movilidad reducida.
Dentro de las unidades de transporte público las posibilidades de viajar cómodamente son pocas y se reducen aún más para las personas con alguna discapacidad. Tal es el caso de Verónica Hernández, que tiene una hija con discapacidad motriz «y llevarla a sus terapias en transporte público es todo un reto».
Ella narra que, semanalmente, usa tres veces el servicio de los camiones, «a veces también los utilizo los sábados». Con el ajuste tarifario, ahora gastará casi 300 pesos para trasladarse junto con su hija, a quien es complicado subir a los camiones porque no cuentan con las adaptaciones necesarias para trasladar a personas con alguna discapacidad física. Sucede algo similar con personas de la tercera edad o con quienes padecen alguna lesión que dificulta su movilidad.
A pesar de los inconvenientes que presenta el transporte público, la falta de condiciones viales para utilizar medidas alternativas de movilidad, por lo menos en los del valle de Toluca, es una de las causas que obliga a las personas a seguir utilizando el transporte público.
Según estudios del Centro Mario Molina, solo el 7 por ciento de los viajes que se realizan en la zona metropolitana del Valle de Toluca se hacen a pie o en bicicleta. Para estimular la movilidad sustentable en la región se necesita «adoptar y dotar de infraestructura de calidad que priorice los modos colectivos y de bajo impacto ambiental»; incrementar la oferta de infraestructura ciclista; ampliar, mejorar y construir banquetas, así como implementar centros de transferencia modal las centrales de autobuses y en las estaciones de autobús en los corredores metropolitanos.
«Puede que no estemos conformes con el aumento, pero no nos queda de otra», comentan los usuarios, «tenemos que pagar los doce pesos, o los choferes no nos dejan subir», dicen, aunque en los camiones aún no esté visible la pirámide tarifaria, necesaria para que sea válido el cobro de la nueva tarifa.
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