Foto: Jonathan Zaragoza
El aumento al alza del transporte público en el Estado de México se autorizó a pesar de que el estudio técnico y la norma técnica en las que se basó su autorización fueron publicadas a destiempo. Debido a esta y otras anomalías, Gerardo Chacón, abogado e integrante del Frente Amplio Contra el Tarifazo, presentó un amparo ante el Juzgado Noveno de Distrito.
Chacón explicó durante una conferencia que el artículo 6 del Reglamento de Transporte y Servicios Conexos del Estado de México establece que las normas técnicas elaboradas a partir de estudios técnicos que las sustenten deben publicarse conjuntamente en la Gaceta de Gobierno. Sin embargo, en el caso del incremento tarifario en la entidad mexiquense primero se publicó el estudio y, una semana después, la norma, “por lo tanto carece de validez”, indicó el abogado.
Además de violar el principio de publicidad, continuó Chacón, los cálculos empleados para sustentar el tarifazo también fueron alterados y, además, “solo aparece el cálculo real para colectivos”. No se justifica de ninguna manera el aumento a $12.00, ya que solo se tomó en cuenta una modalidad de transporte público, explicó.
Luego de analizar el estudio técnico de la Secretaría de Movilidad, se observó que el precio real por 22.5 km. es de seis pesos, así “el fraude reside en que doblan los costos de operación de los concesionarios y permisionarios”, dijo Gerardo Chacón.
Dante Álvarez Jiménez, de Metrobus Toluca Ya, ahondó en que los cálculos del estudio técnico que sustenta la norma publicada en diciembre del año pasado están “truqueados”, con el fin de ocultar que el modelo vehicular que las autoridades de Movilidad utilizan para justificar el tarifazo es una unidad ineficiente.
Con tarifas alteradas están justificando el costo de sus operaciones.
El de 2020 no ha sido el único fraude tarifario. Álvarez Jiménez recordó que cuando fue autorizado el incremento en 2017 se prometió que con ese aumento se renovarían las unidades que brindan el servicio de transporte público, las cuales también se equiparían con tecnología para mejorar la seguridad abordo de ellas.
La realidad da cuenta de otras cosas pues, a la fecha, “menos del 10 por ciento de las unidades tienen [dicha] tecnología y menos del 35 por ciento de las unidades han sido renovadas”.