La Legislatura mexiquense aprobó por unanimidad un exhorto para que se investigue y sancione a los responsables del “desfalco” financiero que ha sufrido el Issemym desde hace tres sexenios, y por el cual hoy está en riesgo de subsistencia.
El grupo parlamentario del PRI se abstuvo de votar este punto, mientras el PAN lo avaló con la aclaración de que el pleno legislativo no es Ministerio Público y pidió que si existen pruebas del desfalco se denuncien formalmente; Luis Antonio Guadarrama del PT dijo que si se hubiera cumplido con la auditoría solicitada por su bancada se tendrían pruebas claras para ubicar los delitos, y el morenista Faustino de la Cruz defendió el punto de acuerdo.
La propuesta fue presentada por la diputada Azucena Cisneros Coss, quien basada en una investigación periodística pidió que la Fiscalía General de Justicia, la Contraloría del gobierno estatal, el Órgano Superior de Fiscalización y al Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción indaguen este caso y deslinden responsabilidades.
Durante su exposición señaló que desde los sexenios de Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas, «desaparecieron» grandes cantidades de dinero y curiosamente cuando hubo elecciones incrementaron el número de plazas y sindicalizados sin argumentos sólidos.
Azucena Cisneros detalló que desde el gobierno de César Camacho el Instituto ya enfrentaba serios problemas porque las retenciones hechas a los trabajadores no eran reportadas
Detalló que desde el gobierno de César Camacho el Instituto ya enfrentaba serios problemas porque las retenciones hechas a los trabajadores no eran reportadas y “en esos años se habló de que el fondo de pensiones había sido utilizado en beneficio de Arturo Montiel por un desfalco que rondaba los mil millones de pesos”.
Las pruebas documentales que existen, sostuvo, indican que el padrón de saqueo arrancó en ese gobierno y se intensificó en 2005 y 2011, cuando desaparecieron partidas completas en los ingresos anuales de esos ejercicios y se utilizó el subsidio anual al fondo de pensión para propósitos diversos, se contrataron deudas millonarias y se contrataron créditos con nuevos bancos.
Esto, dijo, se desprende de las cuentas públicas del 2008 al 2012. En 2005, cuando llegó Peña Nieto las ventas departamentales bajaron de 145 a 9 millones de pesos anuales y en 2007 y 2008 simplemente desaparecieron como también las ventas de las ópticas que generaban más de un millón de pesos anuales.
En 2009, cuando se renovaron ayuntamientos y la Legislatura, se abrieron 851 plazas nuevas que luego desaparecieron, como también el registro de la recaudación de los centros sociales y asistenciales que reaparecieron en 2010 con ingresos de 19 millones y con Eruviel Ávila se redujo el activo circulante en casi mil millones en su primer año y crecieron en 18.3 por ciento los servicios personales y 48.2 por ciento los servicios generales.
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Cerca del proceso electoral, refirió, inyectaron al organismo mil 140 millones de pesos, en 2012 instituciones como Monex, que repartió tarjetas en la campaña de Peña Nieto, aparecieron por primera vez en las cuentas del Issemym y el gobernador en turno empezó a contratar deuda a cargo del organismo sin autorización.
En 2015, añadió, no hubo claridad en la aplicación de mil 203 millones y el Fondo de Pensión desapareció de manera definitiva y en el ejercicio presupuestal del 2016 hubo obras pagadas y no ejecutadas por casi 40 millones.
Para 2017 la deuda era ya de 4 mil 184 millones y con ello las necesidades de este instituto que no logran cubrirse y tienen al Issemym al borde de la quiebra, poniendo en riesgo un servicio prioritario para miles de familias afiliadas que cumplen puntualmente con el pago de sus cuotas.