La madrugada de este viernes, murió Qasem Soleimani, jefe de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, tras un ataque aéreo en el aeropuerto internacional de Bagdag. El Pentágono confirmó su muerte luego del ataque ordenado por Donald Trump.
Antes de que El Pentágono confirmara la noticia, la televisión oficial iraquí ya había anunciado la muerte del general Soleimani y también la de Abu Mehdi al Muhandis, el segundo al mando del grupo de milicias proiraníes Fuerzas de Movilización Popular, de acuerdo con reportes de El País.
Después del ataque, el ayatolá Ali Jamenei, líder supremo iraní, prometio una «dura venganza» contra los «criminales» responsables de perpetrar el crimen; esto también ha generado que el precio del petróleo aumente más de cuatro por ciento en los mercados.
Además, Mohammad Javad Zarif, canciller iraní, calificó estos ataques como «un acto de terrorismo internacional»; expresó también que esta acción es «extremadamente peligrosa» y que tendrá consecuencias para Estados Unidos. La agencia Reuters reportó que desde Teherán advirtieron que «el martirio de Soleimani» será vengado».
Al respecto, Alí Hoseiní Jamení dijo que los criminales que mataron a Soleimani recibirán una dura venganza: «todos los enemigos deber saber que la resistencia continuará con una doble motivación y que una victoria definitiva espera a los combatientes en la guerra santa», expresó Jamení.
Tras la confirmación de El Pentágono y tras las amenazas de Irán de una «dura venganza», el presidente de Estados Unidos Donald Trump escribió en su cuenta de Twitter:
“Irán nunca ganó una guerra, pero nunca perdió una negociación”
Agregó que “el general Qassem Soleimani ha asesinado o herido seriamente a miles de estadounidenses a lo largo de un gran período de tiempo, y estaba planeando asesinar muchos más… ¡pero fue atrapado!”
Finalizó diciendo que “Fue directa o indirectamente responsable de la muerte de millones de personas, incluyendo un reciente gran número de manifestantes muertos en el mismo Irán”.
Trump explicó los motivos de dar muerte al líder iraní. “Soleimani era odiado y temido dentro de su país. El pueblo iraní no está triste por su muerte y que debió haber sido eliminado muchos años antes”, cerró.
