Fotos Jesús Mejía
La difícil situación que vive el personal sanitario del hospital núm. 72, del IMSS, en Tlalnepantla es igual o peor para los familiares de los pacientes que son atendidos en este sanatorio, pues muchos de ellos han sido trasladados a diferentes áreas del hospital y sus familiares desconocen si esto se debe a que han contraído el COVID-19 o a una complicación en el padecimiento por el cual fueron internados.
La situación es muy delicada, pues las autoridades de esta policlínica les dan largas y ellos desconocen a ciencia cierta el estado de salud de sus familiares, la falta de personal médico y de enfermería ha complicado todo el manejo de este centro médico.
La mamá de Evelyn Ávila llegó al Hospital General Regional núm. 72 (HGR), en Tlalnepantla, el primero de abril, día en el que pasaron siete horas para que Evelyn pudiera encontrarla dentro del hospital, ya que el personal de salud no sabía dónde estaba.
Su mamá ingresó por insuficiencia respiratoria al HGR, donde fue canalizada a la zona cero, lugar en el que se encuentran las personas con COVID-19. Ya en esa área, a la madre de Evelyn le dio un colapso pulmonar y durante dos días su temperatura se mantuvo entre los 40 y 42 grados. Debido a eso, le hicieron la prueba de COVID-19, pero los resultados no han llegado, “no sabemos todavía si llegó contagiada, si adentro se contagió y ya están dando de alta a algunos pacientes sin saber los resultados de las pruebas”, relató Evelyn.
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Ella cuenta que después de las denuncias que hicieron los médicos y el personal de enfermería del HGR de Tlalnepantla, en las que dieron a conocer la falta de equipo e insumos para atender a los enfermos con COVID-19 que han llegado a este hospital, el ayuntamiento de Tlalnepantla envió a trabajadores para repartir gel antibacterial y cubrebocas entre los familiares de los enfermos que se encontraban afuera de este centro médico.
A raíz de los contagios que se han reportado en ese hospital, algunas áreas, como cardiología y ginecología, han debido de cerrar, “de hecho no están dando servicio como tal, se supone que nomás venimos a lo que son los informes que empiezan a las doce del día”, dice Evelyn.
El pasado cinco de abril, a ella y a más familiares de pacientes que se encuentran en este hospital los citaron a las siete de la noche para darles informes sobre la salud de sus enfermos “y a las 20:30 bajaron a decirnos: ‘es que no se va a dar informes, porque no hay médicos, porque no hay enfermeras’”.
[ngg src=»galleries» ids=»51″ exclusions=»330″ display=»basic_slideshow» arrows=»1″]Entre los que esperan se solidarizan, por eso Evelyn dice que se deberían tomar otras medidas para evitar este tipo de cambios de último momento, pues hay gente que apenas logra reunir para pagar el pasaje.
Del déficit de personal de la salud dan cuenta los propios trabajadores de este hospital. Uno de los trabajadores del HGR informó a AD Noticias que durante la jornada del viernes 10 de abril sólo “se quedó una Dra. en todo el piso de medicina interna y es más que inhumano”, dijo.
“Ellos también la están sufriendo”, expresó el señor Moisés Ávila al referirse al personal médico y de enfermería, después de contar que su esposa ingresó el ocho de abril por neumonía. Él confirma, como todos los que se encuentran en ese hospital, que hay muchos médicos infectados, también enfermeras y personal de limpieza.
Él nos cuenta que su mujer ingresó a este centro de especialidades médicas el 31 de marzo, y luego de cuatro de horas recibió la noticia de que ella sufría un colapso pulmonar y que debía esperar lo peor.
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Como Evelyn, Moisés también expresa su preocupación, ya que, si su esposa no venía infectada, en el HGR pudo haberse contagiado. Al igual que con la mamá de Evelyn, también el cadáver de su esposa no podía ser encontrado, “pues si no es un lápiz que se te perdió, es un cuerpo, ¿cómo que no sabes dónde está?”, le preguntó a un médico. Su esposa también está en la zona cero.
Moisés dice que a su esposa le hicieron la prueba, pero no le dijeron si fue el mismo día que ingresó o después, “la cosa es que los resultados no han llegado”.
Él insiste en que la responsabilidad de la falta de personal no recae en los médicos, que esto se debe a la desorganización que hay más arriba, “hay que orar por ellos, para que estén bien, para que lleguen con bien a sus casas”.