Cuatro custodios del Centro Penitenciario de Santiaguito, en Almoloya de Juárez fueron detenidos este jueves investigados por su participación en el homicidio de Arturo “N” quien se encontraba recluido en el penal de Santiaguito, por el asesinato de Luis Miranda Cardoso y el robo a su domicilio.
El cuerpo de Arturo “N” se halló el pasado 18 de agosto colgado del barrote de una ventana, con un pantalón atado al cuello. Inicialmente los hechos se presentaron como un suicidio, sin embargo una vez que el cuerpo fue analizado por especialistas se determinó que presentaba diversas lesiones, entre ellas un traumatismo craneoencefálico que le causó la muerte.
Con la detención de Herón “N”, Camilo “N”, Juan Manuel “N” y Raúl “N”, se abre un nuevo capítulo en torno al homicidio del notario mexiquense Luis Miranda Cardoso.
De acuerdo con denuncias recabadas por AD, uno de los detenidos sería el comandante Raúl Castillo, jefe de seguridad en el penal de Almoloya de Juárez, quien tiene tras de sí diversas acusaciones y denuncias que fueron pasadas por alto, pues se mantuvo por varios años en el cargo.
Si bien los indicios señalan a este y otros custodios como autores materiales del homicidio de Arturo “N” se abre la interrogante respecto a los autores intelectuales, pues el hecho de que los hoy detenidos golpearan hasta la muerte a un interno recién ingresado, apuntan a un acto de venganza dictado desde un alto nivel.
Las investigaciones ahora deberán determinar si existió un vínculo entre la muerte de Arturo “N”, el nuevo director del penal Miguel Ángel Correa y el mismo diputado Luis Miranda Nava uno de los principales agraviados, que tras la noticia de la muerte de su padre declaró:
“Ya hablé con el Fiscal, con el señor gobernador, nadie puede devolverme a mi padre, pero si me pueden ayudar a encontrar a esos malditos”.
La muerte de Arturo “N” en manos de los custodios saca a la luz por un lado las posibilidades de que se trate de una venganza; por el otro revive los horrores que se viven en el penal de Santiaguito.
En agosto del 2019, La Jornada publicó una serie de testimonios de familiares que denunciaron abusos, maltratos, amenazas y torturas, con la anuencia de la entonces directora de ese centro de readaptación social, Olga Viveros Bravo, así como del comandante Raúl Castillo, jefe de seguridad.
Uno de los internos señaló que con la llegada de Viveros Bravo a la dirección del penal, en septiembre del 2018, murieron en circunstancias sospechosas al menos 20 reclusos; otros refirieron que Viveros Bravo y el comandante Castillo permitían que grupos dentro de Santiaguito vendieran drogas, extorsionaran a otros presos y sus familias e incluso pusieran correctivos para los que las autoridades del penal consideran rebeldes.
Viveros Bravo fue retirada de su cargo en julio de este año de manera definitiva después de una riña en el área femenil del penal de Santiaguito, en la que tuvieron que intervenir elementos antimotines y se usó la fuerza contra las mujeres, que también fueron trasladadas a las aulas de castigo con sus pequeños en brazos.
De confirmarse la detención del comandante Castillo y su vinculación a proceso, en los próximos días saldrán a la luz nuevas claves en torno a la muerte de Arturo “N” y las condiciones que se atraviesan en el penal de Santiaguito.
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