Los ajustes en el gobierno están decididos y listos a realizarse. No hay fecha precisa de cuándo empezarán a darse, pero serán de manera escalonada y hasta que pase la emergencia sanitaria. Quienes se van, lo harán estrictamente por razones político- electorales, al menos la mayoría. Un puñado de colaboradores muy cercanos al gobernador, delmacistas puros, van con rumbo al Poder Legislativo; unos cuantos más, de niveles menores, a buscar una alcaldía. Son los ciclos que se repiten una y otra vez.
*
Una de las preocupaciones permanentes de la pequeñísima élite de personas en el poder político -quizá de apenas 2 o 3 millares- es cómo mantenerse allí. Por eso, no es novedad que en la conversación de la llamada sociedad política -de izquierda, derecha o centro-, las candidaturas para 2021 sean tema central, quien de ellos diga lo contrario es un hipócrita tratando de engañar. Todos quieren ser candidatos, para repetir donde están o brincar a otro cargo, no hay uno solo que quiera retirarse por voluntad propia. La malaria del wanna be la traen todos, unos más discretos que otros, pero todos.
*
En menos de 90 días el gobernador del Mazo cruzará la línea de mitad de mandato, cumplirá los primeros 3 años de los 6 para los que fue electo. Si es optimista, lo que viene tendría que ser mejor, porque francamente el primer tramo le ha tocado muy complicado con cataclismos políticos, terremoto y pandemia. Aunque son otros tiempos y otras realidades, hay costumbres arraigadas, sobre todo en el priísmo, como aquella de empezar a dejar correr con mayor libertad a los aspirantes a sucederlo, mostrar la caballada, decían, que por lo que se ve, está flaca.
*
El gobierno del estado sí ha contratado más deuda pública este año, lo hizo durante el primer trimestre del año, antes de la pandemia, y fueron mil 771 millones de pesos, que ya estaban autorizados por el Poder Legislativo en el presupuesto de egresos.
*
Mañana inicia la desescalada con el retorno a la llamada “nueva normalidad”, primero en el valle de México, después en el de Toluca. Se reabrirán parques, zoológicos, áreas naturales, deportivos e instalaciones acuáticas para que puedan operar a 30 por ciento de su capacidad. Después, en la siguiente etapa, abrirán pequeños negocios como papelerías, tiendas de ropa, jugueterías, mueblerías, refaccionarias, tiendas de electrónicos, minoristas y mayoristas, peluquerías, tintorerías, lavanderías, talleres, locales de reparación de electrodomésticos y de mantenimiento en general. Se reactivará la industria manufacturera, restaurantes, hoteles, tiendas departamentales, y centros comerciales, con un aforo de 40 por ciento, y se podrán retomar los servicios religiosos con una asistencia máxima de 30 por ciento. Más que un plan, son buenos deseos, la pandemia no tiene palabra de honor.