Tulum, Quintana Roo.- La península sufre pero no se rinde. Desde hace años no había tan poca gente en verano. Playas limpias y aguas cristalinas, ningún turista usa el cubrebocas que se supone obligatorio en todos los estados del sureste. Tres meses parados fuerzan a ese tipo de concesiones, los trabajadores del sector turístico tenían tres meses de inanición. Los dólares y los euros que llegan son como lluvia en el desierto. La rueda empieza a girar de nuevo.
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Lo que sabemos hoy de cómo se manejaban Peña y su gente es apenas un atisbo de la inmundicia política con la que se conducía el país. Lo realmente preocupante no es eso… ¡sino lo que todavía ignoramos!
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El periodo de gobierno en el Estado de Mexico de 2005 a 2011 debería ser investigado. Aquí hicieron y deshicieron lo que quisieron, nadie se les oponía, salvo honrosas excepciones. Lo que hicieron en el gobierno de la República antes lo practicaron con absoluta impunidad en el Estado de México.
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Si desde el gobierno de la República sobornaban senadores, en el Estado de México compraban diputados, dirigentes de oposición y periodistas, así lograban que les aprobaran cuentas públicas, presupuestos y las obras públicas con sobreprecio etiquetadas como Proyectos de Prestación de Servicios que hoy todavía seguimos pagando.
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A los mexiquenses no debería sorprendernos que concesionara el puerto de Veracruz por 100 años, aquí entregaron vías de comunicación, hospitales y complejos culturales hasta por casi medio siglo.
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Luis Videgaray debería ser investigado por el desaseado manejo de la deuda pública, controló a su antojo con Montiel, Peña y Eruviel los recursos públicos del Estado de México. El daño que causó ha sido, sin duda, el peor de nuestra historia. La mayoría de MORENA que controla el poder legislativo, si realmente está por el cambio y por terminar con el pacto de impunidad, tendría que promover una investigación a fondo, mínimamente.
