La familia de Daniel tenía dos opciones: revictimizarse o luchar. Ellos optaron por luchar.
Daniel Plácido fue detenido en el 2015 acusado de secuestro; un testigo dijo reconocerlo y por ello, y por que llevaba ropa sucia, se le sentenció a 70 años de prisión; en el juicio no se consideraron los testimonios de sus compañeros de trabajo, quienes afirmaban que él se encontraba laborando.
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Cinco años después, hace unos días, la lucha ejercida por su libertad logró que el Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación –luego de revisar su expediente y reconocer que se cometió una violación en la valoración de las pruebas– le concediera “la protección de la justicia de la Unión”, lo cual se traduce en una orden al Poder Judicial del Estado de México para que emita una nueva resolución en la que se le dé valor probatorio a las pruebas de inocencia.
La cárcel no solo la vive quien está preso, también los familiares.
Desde hace cinco años, los integrantes de la familia de Daniel Plácido han transitado un camino que nunca imaginaron. Desde su detención, la vida de todos se transformó, dice para AD Noticias Lady Plácido, su hermana, una mujer que se comprometió desde el inicio con la búsqueda de opciones para sacar a su hermano –inocente, afirma– de la cárcel.
En esa búsqueda conocieron y empezaron a trabajar con los integrantes del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y así, coordinados –el Centro, ellos y los familiares de 30 jóvenes considerados injustamente presos– han impulsado la campaña #HazValerMiLibertad, con la intención de ver libres a los suyos, quienes en su proceso presentan irregularidades y tienen como común denominador que son de origen humilde –algunos indígenas– y sin acceso a derechos económicos, sociales y culturales.
Antonio Lara Duque, abogado del Zeferino Ladrillero, explica para AD Noticias que este amparo es un paso resultado de la lucha que han ejercido los familiares de Daniel y los integrantes de la campaña. Lo que sigue es un llamado al Magistrado Presidente, Ricardo Sodi, para que se ponga atención en esta resolución, no solo para iniciar inmediatamente con el proceso de la nueva resolución, sino con el reconocimiento de que existen ejercicios indebidos y que hay decenas, cientos, de personas que se encuentran injustamente presas.

Ricardo Sodi podría, dijo Lara Duque, refrendar y profundizar el acercamiento y la voluntad de apego a derecho del Poder Judicial con la sociedad mexiquense, de hacerlo, se estaría en camino de lograr que se acceda a la justicia social: “que los inocentes no estén en la cárcel y que haya un nuevo ejercicio de la administración de la justicia”.
El Zeferino Ladrillero, cuyos integrantes también impulsan la campaña #PorUnaAMnistíaQueSirva, representa a otros jóvenes presos injustamente, en este sentido.
Lara Duque explica que las características comunes de ellos son –además de que han tenido un proceso irregular– la juventud, la pobreza y el poco acceso a la educación.
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La posibilidad de enarbolar una campaña por cada uno de los injustamente presos no es posible, se requiere un sistema de justicia funcional, especialmente en el entendido de que se ha estimado que –de 2012 al 2019– hay un número tentativo de 19 mil 500 personas “que se encuentran en prisión con algún indicio de violación a derechos humanos”.
Lara Duque mencionó que en el Estado de México la fabricación de delitos es una práctica común y suele estar ligada a las necesidades de las instituciones de presentar cifras “alegres” del combate a la delincuencia, al crimen: “si existen diez homicidios en el Estado de México, las autoridades se contentan con presentar a diez culpables, el problema es que más de la mitad […] tiene indicios no solo de que no son culpables sino de que fueron víctimas de actos de discriminación estructural”.
Lady Plácido dice que aunque para el sistema de justicia penal las personas injustamente presas solo son una cifra, las personas tienen, cara, nombre y una vida, Daniel tiene una vida; su hermano es un referente de cómo se ha criminalizado la pobreza y la ignorancia en el Estado de México; ella le dice al Magistrado del Poder Judicial, Ricardo Sodi, que en sus manos “tiene la valiosa oportunidad de brindarle justicia al inocente”.